Para siempre? Para siempre Ximena, para siempre.

Anoche estuvimos con Jorge González y su esposa Loreto Otero en el Irish Pub. Para mí fue la noche más increíble de mi vida. No voy a entrar en detalles cómo supimos que estaban en ese lugar. El asunto es que entramos para pedirle un autógrafo y Jorge de puro amable nos dijo si queríamos sentarnos un rato en la mesa junto a ellos. Fue así de sencillo y espontáneo. Afortunadamente nadie lo había reconocido todavía, por lo que todo estaba muy tranquilo. Nos sentamos y bueno, Jorge nos ofreció unos vasos de cerveza, y… yo le declaré que venía siguiendo su carrera desde siempre, desde sus inicios con Los Prisioneros y hasta ahora como Los Updates y me dejó regalarle incluso un disco de mi grupo (Los Temblores) y el último número de mi fanzine (Vive Rápido Muérete Joven) que en esos días del festival siempre llevaba conmigo a la espera de la oportunidad de dársela a cualquiera de Los Prisioneros de mi adolescencia.

Sin abusar de la confianza prestada, aproveché para hacerle una especie de entrevista, hablamos de su show en la noche anterior y me dijo –usando una de esas frases cliché de las que tanto abusan los artistas internacionales, pero que él le dio vuelta con harta genialidad- que le había gustado mucho la respuesta de la gente pero que al final estaba con la altura que le chocaba como antes le chocaba un tren de mercancía en los tímpanos. Nos reímos por el acento que puso en “mercancía”. Dijo además que esta ciudad era una ciudad preciosa y que estaba algo enterado sobre el caso de los chilenos que pintaron un muro inca. Le conté un poco y después le pregunté sobre sus discos de solista que son casi imposibles de encontrar y Jorge sonreía y como vio mi interés puesto especialmente sobre su disco de cumbia (sí, cumbia, o electrocumbia si quieren) se puso a hablar de su relación con la movida techno de Alemania. Nos dijo sobre grupos como Sieg Uber Die Sonne o más antiguos y conocidos como… Der Plan o Einstuerzende Neubaten y nosotros lo escuchábamos encantados y él movía las manos y nos decía: Sieg Uber Die Sonne son parte de una nueva música mundial; y también: En Alemania se está cocinando algo muy bueno para el futuro. Yo lo oía sin mover un dedo, sin creérmelo, Ximena también lo miraba, y luego nos mirábamos los dos, y luego volvíamos a Jorge y mirábamos también a Loreto que no decía nada y nos mirábamos otra vez y nos sentíamos súper orgullosos de estar junto a una verdadera estrella de rock. O al menos yo me sentía así, de estar ahí, frente a frente con Jorge González.

Ya lo dije, fue la noche más increíble de mi vida.

Ese tipo es un imbécil me dijo Ximena cuando dejamos en paz a Jorge y Loreto y fuimos a buscar nuestra propia mesa aún sabiendo que el Irish Pub es medio caro: pero claro, yo estaba muy contento y emocionado y el lugar y el costo era lo que menos importaba.
-Alemania esto Alemania lo otro, todo el rato hablando sobre Alemania. Porqué no se va a Alemania entonces.
-Ximena, no seas impertinente –le dije-, Él ES Jorge González.
-Sí, pero también es un imbécil.
-Ximena, nadie capaz de hacer un disco como “Pateando Piedras” es un imbécil. Que no has oído “El Baile De Los Que Sobran”?
-No, no la conozco –dijo Ximena. Tajante.
-Ya, no te hagas, está bien que Los Prisioneros no sean de tu generación pero cómo no vas a conocer “El Baile De Los Que Sobran”!?
-Rodi, te juro por Dios que no conozco esa canción!
-No jures por Dios, tampoco lo conoces.
-¿Qué quieres que haga entonces? ¿Que jure por Jorge González?

Me callé. No me gusta discutir con Ximena aunque su cara se ponga más bonita cuando está molesta. Pedí una chop y Ximena pidió lo mismo y nos quedamos sin decir nada mirando un viejo video de Billy Idol que pasaban en uno de los televisores del pub. Entonces casi sin darnos cuenta un tipo se acercó hasta nosotros y se paró junto a la mesa. Sacó un cigarrillo y su encendedor y mientras lo accionaba, el tipo se me quedó mirando directo a los ojos y apagó el fuego como soplando por las narices.

-Oye tú, ¿Tú eres quién se hace llamar Rodi Pistol no?

Lo mire bien, para tratar de reconocerlo, pero no, a ese tipo yo no lo había visto ni en un millón de años antes. Ni siquiera cuando estaba en la dimensión desconocida.

-Tú eres el que hace esa revista… cómo se llama? ¿”Vive Rápido….” y no sé qué?

No sabía si sentirme estúpido u orgulloso o qué, que a uno lo reconozcan en la calle o en cualquier sitio por publicar un fanzine es algo tan extraordinario como que te reconozcan por mantener un blog en la red. De cualquier modo, ese tipo como cualquier gordo parecía bastante buena onda y simpático y además olía a un montón de chops.
Fanzine, quise decirle, fanzine, no revista; pero creo no había forma humana de explicarle la diferencia, porque de pronto el tipo se me echa encima y me jala de la chaqueta y me da un puñetazo sobre la boca y luego otro en el estómago y me tira al suelo y me da patadas en todas partes sin que yo, de la violenta sorpresa, atinara siquiera un poquito a defenderme.

Una verdadera mierda y una absoluta desgracia.

Todas las mesas se dan vuelta para mirarnos justo en el momento en el que una chica vestida de negro aparece de alguna parte y con Ximena sobresaltada tratan de detener al tipo grande. Vienen los de seguridad del local y ellos si que lo logran, pero el tipo grande y redondo y rojo estaba fuera de órbita gritando algo sobre el fanzine, que yo había publicado no sé qué sin su autorización. Bueno, eso me lo contó Ximena luego, porque ese ratito yo no podía ver ni entender muy bien nada.
Noté a la chica de negro que estaba a su lado. No la reconocí; pero ahora supongo que alguna vez le habré visto en un concierto. Estaba con una capucha negra como con orejas de gato.
Pero volvamos a la escena, en mi defensa Ximena le dijo su vida al gordo y las azafatas del pub trataban de calmarla, pero ella no dejó ni que la tocaran. Yo estaba en el piso y el gordo se reía abrazando fuertemente a su chica gato (muerta de vergüenza creo) y entonces les pidieron que se fueran y eso es lo que hicieron.
Me sentí impotente. No podía hacer nada. Sólo quedarme en el suelo mirando como el gordo se iba arrastrando a su chica gato vestida de negro. Jorge González seguía en su mesa, Loreto Otero se había acercado y hablaba con Ximena. Billy Idol estaba terminando White Wedding en el video y los parlantes. Nada es casualidad, supongo.
Supongo también que por la tensión del momento no me dolía todavía nada. No sé porqué justo me acordé de eso que dicen en la tele, que a veces los golpes sólo te duelen cuando te ríes; intenté averiguarlo pero lo único que averigüé es no que no podía ni intentarlo; entonces todavía medio zombie me levanté y fui a lavarme al baño. Al salir ya no vi a Jorge González ni Loreto Otero y ya ni siquiera creo que nos cobraron las chops, chops que no habíamos ni probado además.

Después tomamos un taxi y llegamos a mi casa. Las heridas no eran ni muy grandes ni muy pequeñas pero cada una tenía su importancia. Yo con un labio partido y una ceja raspada estaba un poco más feo que todos los días, por lo que mientras me curaba, Ximena lloró un poco; pero después se puso muy seria y decía que todo era mi culpa por escribir tonterías y publicar todas esas tonterías en el fanzine. Le expliqué que aparte de hacer el fanzine y escribir canciones yo no sabía hacer otra cosa; le dije también que nunca pensé que alguien iba a molestarse tanto y a darle tanta importancia a un fanzine y eso, y ella volvió a ponerse a llorar y a decirme que yo era un inútil para defenderme y un imbécil por no defenderme. A decirme también que porqué no me conseguía un trabajo de verdad y dejara de joderle la vida a los demás, y, principalmente, dejara de joderme la vida yo mismo.

La señora Augusta (la empleada de mi casa) nos ofreció café con leche y mientras me lo tomaba con sorbete y con cuidado no podía sacarme al gordo de la cabeza ni su cara de mis ojos. En fin.

En fin, traté, de alguna forma, de explicarle a Ximena lo que había pasado.
-Sea lo que sea que haya visto o leído, creo que ese tipo confundió la ficción con la realidad –le dije.
-No me importa y no me interesa, me da igual –contestó ella. Otra vez, tajante.
-Xim, por favor entiéndeme. Ese tipo odia lo que yo hago. Es terrible.
Ximena dejó de remover su café con leche y me apuntó con la cucharita. Movía la cabeza negativamente y me dijo:
-Rodi, no seas imbécil, cállate. No estoy para bromas. Imagínate cómo me siento yo.
-Xim, por favor, cálmate.
-Menos mal que no había nadie conocido en ese bar.
-¿Cómo que no había nadie conocido? ¿Eso qué tiene que ver?
-¿Me preguntas qué tiene que ver? ¿Rodi, en qué mundo vives?
- Ximena, oye ¿es que no te das cuenta? Ese tipo odia lo que yo hago. Eso es mucho más importante.
Entonces Ximena comenzó a pegarme con la cucharita muy fuerte en la cabeza y después me pegaba en la espalda y la señora Augusta se reía de nosotros y nos preguntaba si queríamos más café con leche, y yo le dije que sí intentando reírme y Ximena se puso a gritar y a decir que yo me estaba volviendo loco y yo mientras la veía mover las manos pensaba si en verdad tendría que dedicarme a otra cosa o simplemente tenía que pedirle a Ximena que se casara conmigo para olvidarme de todas las cosas que hice y no hice antes de ella. Para que ella me diga sí y me jure que yo soy el único hombre sobre la Tierra que merece su virginidad y su aliento. Para que ella me diga sí y me jure su amor por los siglos de los siglos en todas las vidas que nos quedan. Pero talvez era más para que se calmara y me diga NO y yo entonces terminara, como siempre, de joderlo todo para siempre.

Es tan temprano todavía que ya parece demasiado tarde. Mañana Ximena cumple 19 años.

R.Pisstol. Cuzco, 2008.
------------Fotografía, ¿ella misma?.

No me arrojen más Lacrimógenas, sino GrandeS hits!!

Soy alérgico -tombo marica / Mi prisión es el tiempo, no tu cárcel.

El gran Rodi Pisstol (gran por ser mi amigo -creo, no por otra cosa más de lo que pueda afirmar) me pidió una crítica sobre su libro ("Grandes Hits", Pardiez Editores. Cuzco 2007. http://www.megaupload.com/?d=KFZYW5N). Creo ya nada sano nace del hecho crítico solamente y menos de un escritor abdominal y demasiado saciado de pasado militantazo como yo, todo el tiempo contradictorio porque de todos modos jamás dejaré de serlo. Me he fatigado seriamente tratando de encontrar el sincero apremio de las aventuras de Rodi, tratar de decir en opinión cerrada estamos ante uno de los mejores escritores del siglo XX3, porque en éste necesitamos estar muertos para ser honestamente reconocidos (en algún momento me gustaría tragarme este rollo, cuando la realidad nos demuestra de adeveras lo contrario).

Leerlo es indispensable para los que complacientemente digan que el Estilo del Pisstol pasa por un “¿me la chupará Fany?”, “¿estará pensando Fany en la mía?”, “¿acontecerá algo en la historia para que Fany pueda hacer realidad mi sueño?”, pensándolo mejor es una posición sin punto de negociación, decir, que la lectura de nuestros propios escritores es tan indispensable para crear algo nuevo, para por lo menos llamarse escritor o lector en este siglo, claro al final cada cual tiene la libre elección de ataviarse en los clubes de lectura de autores de donde mierda sean, porque al final el resultado de lo nuevo será parte de lo mismo -sin absolutos, pues cosa distinta será el encontrar a la vuelta de la esquina tres ebrios dueños del mundo (no se enoje camarada sino le digo borracho), sin necesidad de tener llave de plata o lengua de hierro, para mostrar que en esta imperial cagada hay producción; al referirme a este espacio y entorno me refiero a todos los rincones de esta podrida ciudad que puede procrear hongos en las piedras, basurales en los templos, orines en los techos, condones en las puertas, mierda en los portales, en la mente de los tombos y más aún en la de los municipales.

Volviendo al asunto para recuperar el lenguaje serio y formal, abrocharse la camisa, ajustarse el cinturón, quebrar el cuello de arriba abajo para acomodarse la corbata y detener el tránsito que aquí va otro escritor. Diremos que no hay juicio, no hay razón, no hay elucubración, menos reflexión sino leemos en este caso a nuestro escritor, no pediría todo porque a mí me cuesta terminar un libro desde que descubrí la vida más allá de éste, mas si es de los indispensables, porque sin ellos no tienes derecho a llamarte lector en los espacios intelectualotes -sin menos preciar nuestros espacios, porque si creo que son de level pero se pasan de bla bla bla y alcohol (entre otras cosas) y nunca producen más de lo mediocre, quizás también sea que somos buenos en ser mediocres y ese sea nuestro talento.

Quiero repetir en esta especie de cuita religiosa, las formalidades de la estructura para desentrañar este fenómeno llamado Pisstol: primero partiré por una sana enumeración de los cuentos que me agradaron, los cuales recomiendo a mis alumnos por tener el material a la mano y además poderles mostrar al espécimen en vivo para que puedan tocarlo y no verlo por TV agarrando con otros escritores para llamarse Vanguardistas o los llamados a la sucesión en el mito; Segundo trataré de hacer un análisis más estructuralista del lenguaje del fenómeno Pisstol (Grandes Hits), basado en tres criterios que parten al encuentro de toda reflexión en mi disco duro, los cuales están en función al estilo, como son la originalidad, la concisión y la armonía; tercero basaré mi amen prodigioso en la suma de la estrategia social, más la apología como producto necesario para darle al escritor su verdadero relieve contracultural, su verdadera y/o podrida influencia.

Comencemos, porque, con las ideas llagadas en hemorragia aguda, hacen que me vaya del asunto, pues como dice Serú Giran “quiero despertarme en un mundo agradable...viajar en paz...necesito darme un espacio en el tiempo”, me pregunto siempre al escuchar estas retóricas canciones, ¿Qué sueño de muchos más?, que Karajo hacen ellos para merecer, acaso merecemos estar en paz, la paz existe sin conflicto, porqué querer la paz, sí la logramos desaguando las pus de nuestros cerebros metiéndole coca, hierba y pacífica ráfagas de alcohol para estar en paz, un pucho tan necesario cuando escribo, la distrófica historia de un insolente mocoso que se cree en poder cuando todo el mundo apela a la mierda para sinonimar su nombre, le damos espacio a esos cagados porque somos maricas al escribir artículos elegantes y esperar respeto, para todo hay medios hermano, ya encuentro el tuyo y cuídate la espalda porque yo no creo en la mariconada de atacar por la espalda, porque valentía es romperle la cabeza a un borracho sin el menor remordimiento, esa es la libertad de no decir nombres porque tu podrido conflicto no me tiene que afectar, dr(c)ágate sólo, quien te llamo amigo imbécil. La vida peligrosa es acabar con todo lo que quita la dignidad, valiente no es seguir columpiándose en la platita y reputación de tu papito o mamita. Venga a construir algo de a verdad que le cueste la vida, pero si no quédese nomás porque necesitamos saber siempre donde apesta para reconocer a la mierda.

Entonces volviendo al sanguchón de a luca, al lndypunk, al indispensable, mas por impensable, fenómeno llamado Pisstol, “Yo no quiero volverme tan loco...no yo quiero vestirme de rojo”, él quiere vestirse de negro y llamarse facho, no sé al final que Karajo, si quiere joder con ese rollo porqué yo prefiero vestirme de negro y rojo por joder. Aunque “Yo no quiero vivir paranoico...yo no quiero sentir esta depresión” Lo recordaba todo mientras el puerco le mordisqueaba los pezones: su niñez en Francia, sus amigas del Saint Donatien... ‘Yo no quiero vivir en el mundo...yo no quiero saber lo que hiciste”. ...porque yo tenía algo que hacer. Nada nuevo como siempre, pero como siempre, algo. “Voy buscando el placer de estar vivo...voy pateando basura en el callejón “. Hubo un silencio y yo estaba pensando en una jodida rubia sueca que conocí en un bar. Tenía unos pechos enormes y el más estüpido nombre de cuatro letras que se le puede dar a una mujer... “Yo no quiero volverme tan loco...yo no quiero ésta pena en mi corazón” la chica medianamente preciosa dice que tü eres un chico meridianamente raro. Serás tú Rodi, porqué ...siempre ha sido una jodida costumbre beber haciendo un círculo... porqué, no hay un río de cabezas donde mear ebrio, ni ...los sábados y domingos las cosas son más fáciles para una chica sencilla de un mundo cada vez más complejo...

Cuando leía al Pisstol, e intercambiábamos opiniones con mi amigo J, nos preguntábamos qué leerá el Rodi, será la revista Selecciones -conocimiento regurgitado, Internet cósmico, Vanidades, Ray Loriga, Oswaldo Reynoso, al viejo Verástegui, se me ocurre Luis Cueto pero de dónde sacaré yo tamañas relaciones, lean pues Karajo su libro, se pierden un rato de pajazo, otro de soplarle wadas a las flaquitas en las calles, aunque chuuu, prefiero los dos, quizás caminar leyendo, o leer mientras esperas tu turno para ser atendido por otra gente más ocupada que tú.

Ampliando el espectro de luminiscencia doctoral creo que fracasé como escritor, porque no me la creo, mi ego no es tan grande como el de EM, que me cae bien pero me llega que por un premio uno tenga que creerse escritor, que la carta de presentación sea un premio, no digo mal ganado -me parece que ya se es sin tanto baño pompaduriano, ni que sea un pecado ganarlo; pero no me satures la camilla con tus pregones de escritor selecto y pulcro, con ánimos de meterle la rata sin que se den cuenta, no me molesta que me mientan, me jode que me mientan creyéndome estúpido, creyendo que no me daré cuenta, por lo menos sean más inteligentes que yo, que no me de cuenta pues Karajo. Bon bon, qué tiene todo esto que ver con Grandes Hits, es simple porqué intento hablar sólo de este libro, mas no sé de otras obras del fenómeno Pisstol, pero igual me es inevitable hablar del Rodi porque creo que lo conozco un poco, no es como hablar de autores que sólo de fotografía o de puro fan, sino creo más de camarada de oficio, los Grandes Hits, que suena a Grandes Lances -siempre me apunto, parten por un estilo sobresaliente, ¿así se dice?, desde lo visual, como es la forma distinta de atildar, ósea matildar, la distinción de los puntos aparte, la utilización exquisita de toda gramática coloquial en la redacción pensando sólo en el efecto de la destrucción de la sublimación del escritor —en cristiano: escribir a placer sin mediar necesariamente los signos Orto-gráficos convencionales; para mí, transformar el ruido de tu cabeza desde lo visual. La presentación de Grandes Hits como enfática diagramación me parece agradable. Ando buscando mi tipo de fuente y tamaño perfecto para no cansar la vista, este ayuda harto, porque permite continuidad, aplicando algunos conceptos serios, la simetría como expresión de la proporcionalidad es correcta de acuerdo a la maniobrabilidad del libro, la regularidad en los títulos como acentuación del correlato, muestra de unidad, ésta permite un equilibrio sano. En relación con la diversidad de la diagramación en el contenido de cada relato corto, en el cual se aprecia incluso estructuras experimentales, sigue mostrando una Unidad que no rompe la armonía con la consistencia, es decir sobre el material que ha sido plasmado la obra; aunque no me agrada el color amarillo que resalta demasiado con el rojo y me produce un poco de alusión de daño fotofobial, pero es mi caso, así que me siento un poco agredido por este color, por lo demás la luz que reposa sobre el color de la página elegida alimenta la atención sobre el libro, desenfoca la tapa sí, pero las páginas mantienen la atención no por mucho tiempo, pero si lo necesario para poder leer.

Originalidad, concisión y armonía?

Originalidad, concisión y armonía. ¿Es original el estilo plasmado en Grandes Hits?, yo creo que no, ¿se acerca a serlo?, sí, ya es un estilo, mas no suyo, porque la personalidad del escritor aún no logra desprenderse de la represión instintiva instalada en nuestras cabezas, mientras más se libere de sus autores preferidos, Rodi, seguirá encontrando su honda, llegando al conocimiento inútil de que la exaltación de los sentidos a través del lenguaje y la claridad que viene con la concisión, generan un taladro para perforar la agusanada hambre de los lectores. Esta armonía que no convive precisamente con la cordura es la que tenemos que lidiar los llamados a crear nuevos mundos con el lance de la pluma o con el sutil escote de tus féminas-Rodi almodovar (y yo quiero ser una chica Pisstol). La desnudez aún no se logra notar con claridad, sí no es erotismo o sólo frustración sexual, descripción que se ahoga con una pausa, ahogo, escena necesaria para completar la poco imaginación de nuestros morbosos lectores -me incluyo. La armonía tiene que ver en el caso de los Grandes Hits con la relación que puede tener el lector cuando se acuesta con el libro, o se lo guarda esperando sorpresa, la empatía de lo oscuro de los desconocido existe, sin necesidad de ser un payaso la experiencia narra los derrames nucleares de tiempo dedicados a la nada, al ocio, al alcohol, a la libido en el deporte más agitado que es vivir a destiempo. Quizás tengamos que revisarle el cír-culo aüreo a todas las chicas para llegar a ser Rodi, pero seremos quién sabe que Karajo, pero seremos.

El lenguaje utilizado como sistema de códigos en Grandes Hits es un lenguaje cotidiano, Capaz de pronunciarse en cualquier chupa y pasar como parte de la conversa, pues esa es la mayor fuente de Rodi, lo cotidiano, no ajeno, nada rebuscado más por la complacencia de escribir para uno y para todos. Creo, que las marcas del ritmo se deben al momento en que el autor Rodiano logra decir con prudencia las palabras necesarias para cada frase, sin ensalzarlas demasiado, sin angustiar al lector, si es que esa no es la intención, claro, plantear el manejo de léxico necesario para no hacer del libro simple ficción diarreica.

Grandes Hits es una chica Pisstol, vestida a preferencia de su autor, en el que la terca imaginación y realidad no dejan de joderse mutuamente.

Mirsur ósea Bra. 06052008 /Vacaciones del Puklla.
---------------------Fotografías, cortesías de Stella Maris.